Me gustaría orientar estas líneas hacia el tema del éxito, ya que esta publicación está elaborada por, y dirigida hacia, gente altamente exitosa.
En su raíz, éxito significa salida, resultado o término de alguna tarea o labor; así sin adjetivarlo, puede ser favorable o no.
Como todos sabemos, el éxito puede adquirir múltiples acepciones o matices, dependiendo de nuestro muy peculiar enfoque o concepto acerca de él y también del plano en el que deseamos alcanzar ese éxito. En otras palabras, hay quienes otorgan mayor ponderación al éxito escolar, económico, laboral, profesional, mercantil, etc., casi siempre medido en términos eminentemente cuantitativos.
Al revisar las historias de personas exitosas, observamos que todas, sin excepción, han tenido que atravesar por una serie de fracasos en su trayecto hacia el éxito. Lo que les ha distinguido del resto que se quedó en el camino, podemos resumirlo en dos aspectos: uno, supieron aprender de sus errores y otro, fueron suficientemente persistentes para continuar en la batalla.
Quiero llevar la reflexión en dos vertientes: la primera, en el aspecto de que es utópico pretender el éxito en todas las facetas, la experiencia de grandes personajes a lo largo de la historia de la humanidad nos muestra cómo alcanzaron el éxito en algún aspecto de su vida y en otros no, o no tanto como lo hubieran querido. Tenemos también los casos de quienes han alcanzado el éxito aparentemente total, pero sólo por periodos breves y poco después han sucumbido ante el manejo inapropiado de su propio éxito.
¿Cuál sería entonces la clave, si es que la hay, para el éxito pleno y duradero? Al tratar de responder, doy pie a la segunda vertiente: es común que, en medio del júbilo por el éxito alcanzado, obviemos los detalles de la travesía que nos llevó a ese término, es decir, los fracasos que afrontamos y superamos para llegar al final exitoso. Podemos considerar entonces que apreciaremos más el logro obtenido si somos conscientes de todos aquellos intentos fallidos, necesarios e inevitables que nos conducen finalmente al éxito anhelado, claro, siempre y cuando aprendamos del tropiezo y perseveremos con sabiduría y fortaleza en aras del anhelado triunfo.
Otra parte de la respuesta a la pregunta anterior, la encuentro en el libro “NOS VEREMOS EN LA CUMBRE” de Zig Ziglar, quien proclama la idea de que en la medida en que procures el beneficio y el crecimiento de quienes te rodean, tus semejantes pues, compartiendo tus conocimientos y utilizando los dones y habilidades que posees para que ellos logren sus objetivos, en esa misma medida alcanzarás tú, más temprano que tarde, el éxito verdadero y duradero.
Es importante señalar que en el trayecto hacia la cumbre, habrás de agregar los ingredientes suficientes de fe, esperanza y amor en lo que hagas y con quienes lo hagas. Esto te proporcionará tal gozo y satisfacción de intensidad y duración inimaginables, a pesar de las inevitables contrariedades que hallarás en el camino, las cuales son el condimento necesario para que tu éxito sea entonces pleno, tanto en términos cuantitativos y cualitativos.
¡Te deseo éxito!
GERARDO VILCHIS BERNAL, es licenciado en Relaciones Industriales por la Universidad del Valle de México. Cuenta con varios diplomados y cursos: Descubrimiento potencial humano, Comunicación, Asertividad, Programación Neurolingüística, Superación Humana, Administración del Tiempo, Formación de Instructores, Desarrollo del Pensamiento, Estrategias de Aprendizaje, Calidad Total en el Servicio, Planeación Estratégica, Estructuración Equipos de Trabajo, entre otros.
Actualmente es instructor de CCADE.
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