“La cualidad suprema del liderazgo es la integridad”
Dwight Eisenhower. Militar y político norteamericano, fue presidente de los Estados Unidos y
uno de los militares más importantes para la victoria aliada contra el
eje Berlín-Roma-Tokio durante la Segunda Guerra Mundial.
Estos últimos tiempos han sido, sin duda, el más complejo desafío para la mayoría de las empresas y los emprendedores.
El mundo entero sigue enfrentado una doble crisis, de salud y económica. Cada decisión que toman los líderes empresariales, políticos, económicos, religiosos, militares y sindicales no solo puede implicar dar o retirar bienestar a cientos o miles de familias, sino proteger la salud de la población, sus ingresos, preservar su sustento y, en muchas ocasiones, hasta defender la vida misma. A los anales de la historia pasarán las escalofriantes cifras de fallecimientos y contagiados por la pandemia.
Surge una NUEVA generación de Líderes
Es en este contexto que surge una nueva generación de líderes, que han requerido de nuevas habilidades para llevar a buen puerto a las empresas, las instituciones y a toda la población que valientemente guían.
Como pocas veces en la historia, la vida y la salud de las personas está de forma compartida en sus manos y en las manos de sus líderes. Por lo tanto, se requiere de líderes éticos que antepongan la seguridad de su personal. Se tienen que implementar protocolos muy estrictos para el regreso seguro al trabajo, y habrá quien tenga que quedarse en casa haciendo home office por seguridad.
Modelo a imitar
El liderazgo ético le da forma al comportamiento ético de la organización y de la comunidad. Los líderes son modelos a imitar. Si se desea que una organización o iniciativa, y quienes trabajan en ella, se comporten éticamente, entonces en muy alta medida ello dependerá del modelo de comportamiento ético del líder. Un líder y una organización que tienen una reputación de comportarse éticamente, de hacer las cosas que se deben hacer y dejar de hacer las que no se deben hacer, puede ser un modelo para otras organizaciones y también para la comunidad.
El comportamiento ético establece confianza. Al final, el liderazgo se basa en la confianza. Las personas seguirán a un líder ético porque saben que pueden confiar en él para hacer lo correcto.
El liderazgo ético otorga credibilidad y respeto, tanto para la organización como para su líder. Si el líder se ha establecido como una persona ética, los individuos y los grupos, tanto dentro como afuera de la organización, proveedores, clientes y vecinos, lo respetarán, y también a su organización, debido a su integridad, a sus valores, a sus acciones y a los resultados de sus acciones.
Recordemos siempre estas sabias palabras de Albert Schweitzer “El ejemplo no es lo principal para influenciar a otros. Es la única cosa.”
Es la primer mujer mexicana en recibirlo
Leer MásFabián Octavio Camacho Arredondo nuevo presidente de CANACO, rindió protesta al cargo y agradeció el apoyo recibido por sus compañeros del comercio establecido. El joven líder mostró comprometido para elevar constantemente la calidad de las empresas y comercios.
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