El papel de la mujer en el terreno empresarial y como partícipe de los procesos económicos se ha incrementado de manera progresiva y constante en las últimas tres décadas como un efecto combinado del desarrollo económico, un mayor nivel educativo, la disminución de las tasas de fertilidad, el desarrollo tecnológico; entre otros aspectos.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la participación económica de las mujeres en 2006 se ubicó en 43% mientras que, al cierre de 2023, fue del 46%; dicha participación tiene un retraso importante respecto al promedio de la OCDE que es del 56.4%. Para cerrar esta brecha, el IMCO calcula que México podría llegar a ese promedio hasta el 2064 y se aportaría un 15% al PIB de México. El gran reto es dotar a las mujeres de herramientas necesarias para la profesionalización y los mecanismos para que generen su propia empresa. De esta forma, podremos transitar a las mujeres del empleo informal que, con base en datos del INEGI, es del 45% en nuestra entidad en el último año, a la
formalidad.
Es inevitable pensar que la presencia de la mujer en el sector productivo y, sobre todo, en el ámbito empresarial, significa un impacto directo en el crecimiento macroeconómico, que incluye a esas mujeres pero también a sus familias y colaboradores. Al incrementar sus ingresos y la seguridad financiera, se incrementa el potencial humano, la toma de decisiones y es un motor de resiliencia en los ecosistemas donde se interactúa.
Cuando se derrumban las barreras y los estereotipos, las empresarias podemos, con el apoyo adecuado, ir más allá y explorar nuevas oportunidades y mecanismos de subsistencia que tradicionalmente han sido reservados para los hombres. Hoy más que nunca, es importante
reconocer que la mujer ha marcado un liderazgo transformacional femenino que es significativo para los avances de la búsqueda de la equidad de género. Sin embargo, para lograr una igualdad sustantiva, siguen existiendo retos en los que tenemos que trabajar e impulsar para hacernos visibles y alcanzar el llamado “piso parejo” rompiendo los llamados “techos de cristal”.
La empresaria de hoy no es la misma que la de hace 10 años, 5 años o incluso la de antes de la pandemia. Nos estamos reinventando, adoptando la frase “hacer visible lo invisible”. Así, uno de los roles en los que ya somos partícipes es estar impactando y atendiendo la agenda mundial; me refiero a la hoja de ruta de la agenda 2030, que es el mejor ejemplo para generar empresas sostenibles en el campo laboral y que consiste en que podamos relacionarnos mejor con las naciones unidas y sus objetivos específicos para crear modelos de economía circular.
Hoy, los sectores público y privado, tienen la obligación de apostar por la equidad brindando las mismas oportunidades a mujeres y hombres, permitiendo construir y consolidar una cultura en la que la discriminación no encuentre cabida, donde se valore el talento de las profesionales y
empresarias, además de recompensar a las mujeres líderes que estamos impulsando el progreso. Así, se potenciará el desarrollo de colaboradores al igual que se incrementará el valor y reputación dentro de las organizaciones; entendiendo que para obtener bienestar
empresarial hay que impulsar la creación de alianzas entre hombres y mujeres. Las mujeres líderes transformacionales estamos cambiando constantemente el empoderamiento femenino. Una mujer empoderada, empodera a otra. Buscamos abrir camino para otras, esto es un camino de economía colaborativa y, quienes ya lo comprendemos, abrimos puertas y caminos de esperanza a nuevas líderes.
Esto es lo que hacemos en el Consejo Coordinador de Mujeres Empresariales (CCME); nuestra misión es promover que el desarrollo económico de México cuente con perspectiva de género mediante la incidencia de mujeres líderes que representan organismos, fomentando la participación activa y formal de todas las mujeres en la vida económica del país. Nos vemos siendo referencia para la cimentación de México con un progreso económico equitativo e inclusivo en el que hombres y mujeres nos desarrollemos felices y tranquilos.
