Hoy en día, apostarle a la economía local es sinónimo de éxito. Los pequeños comercios empiezan a replantearse el ser más competitivos y profesionales. El uso de tecnologías dentro de la comercialización es una realidad. Además, hoy las empresarias y empresarios visualizan un ejercicio de competitividad y desarrollo internacional.
Por otro lado, a raíz del encierro por la pandemia del Covid-19, el consumo local cada vez suena más atractivo. El consumo en medianas y pequeñas empresas es ahora un auge. Lo tradicional y que nos trae esa nostalgia de hogar. Sin embargo, la pandemia también trajo consigo un sinfín de retos en los que destaca la digitalización.
Los comercios organizados en su búsqueda por expandirse apuestan por nuevas herramientas. En la actualidad, la llave para abrirse paso entre las grandes empresas y a nivel exterior es la tecnología. Invertir en las tecnologías para desarrollar nuevos emprendimientos y buscar la eficacia.
Desde mi perspectiva personal, los jóvenes son parte clave en lo que ahora es el sector terciario en el estado de Querétaro. Son la generación que definirá la comercialización del mañana. Apostar a los nuevos modelos de mercado como las criptomonedas y las redes sociales es el lenguaje para expandirse a nivel internacional.
El poder ser parte de este proceso de cambio para el comercio queretano ha implicado un reto en el aprendizaje de los comerciantes que tienen los cimientos en lo tradicional, pero también los ha impulsado en otros espacios donde sólo la tecnología es la llave.
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