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Sostenibilidad y liderazgo femenino: Un camino estratégico para transformar el sector productivo en México.
En la actualidad moderna, ya no se puede hablar de productividad sin hablar de sostenibilidad. El modelo económico lineal, basado en extraer, producir, consumir y desechar ha llevado al planeta a una crisis climática, social y económica sin precedentes. Ante este escenario, el sector productivo tiene una enorme responsabilidad: transitar hacia modelos sostenibles que reduzcan su huella ambiental, fortalezcan el bienestar social y aseguren la viabilidad económica a largo plazo.
La sostenibilidad no solo se ha vuelto una obligación moral, sino una decisión inteligente y estratégica que permite reducir costos, optimizar recursos, acceder a nuevos mercados y fortalecer la confianza con consumidores. Quien no se adapte perderá completividad y legitimidad en la industria. Pero, esta transformación requiere liderazgos distintos, comprometidos con una visión integral. Y es precisamente ahí donde entra el liderazgo femenino. Estudios del World Economic Forum y McKinsey han evidenciado que las mujeres líderes tienen una mayor orientación hacia el impacto social y ambiental, promueven la colaboración y toman decisiones con una visión a largo plazo. Estas cualidades son esenciales para liderar empresas más responsables y resilientes.
En México, más del 42 % de las micro, pequeñas y medianas empresas son lideradas por mujeres. Sin embargo, muchas de ellas operan desde la informalidad, con limitaciones para implementar la sostenibilidad. Entre los principales desafíos que enfrentan se encuentran:
Pese a estos retos, existen enormes oportunidades para las mujeres que desean liderar desde la sostenibilidad: consumidores más conscientes, programas públicos y privados con enfoque de género, e iniciativas como las cadenas de economía circular, que abren espacios de innovación y alianzas estratégicas.
En Querétaro se consolidó la primera cadena de economía circular liderada por 20 empresarias en marzo de 2025, con el respaldo del Sistema de Economía Circular, el Clúster Automotriz, la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Estado y el Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME).
Este grupo apostó por rediseñar procesos, medir impactos, crear sinergias y demostrar que sí es posible crecer con responsabilidad. Además, destaco el impacto profundo que está por generar en sus empresas, en sus equipos de trabajo y en sus comunidades. Con su compromiso, estas mujeres forman parte de la estadística de avanzada que exige la Agenda 2030. Es un orgullo ver cómo hoy se consolidan como agentes de cambio, listas para transformar el rumbo y el destino de nuestro planeta. Hago visible este esfuerzo para que el sector productivo reconozca su valor y las incorpore activamente en sus cadenas de suministro, en sus decisiones estratégicas y en la construcción de un futuro más sostenible.
A ti, mujer empresaria que formas parte de esta gran cadena de economía circular, quiero reconocerte tu liderazgo que trasciende lo individual y redefine el futuro de tu comunidad, el que incorpores la sostenibilidad en cada decisión es sembrar semillas de equidad, resiliencia y propósito. Hoy recorres un nuevo camino: generas redes solidarias, inspiras con tu ejemplo, transformas realidades y dibujas un Querétaro más justo y verde.
Eres el corazón de un estado más humano, resiliente y regenerativo.
¡Gracias por ser luz, motor y esperanza para un mejor porvenir!

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