Se llama navaja de Grice, tranquilo no es un arma punzocortante, en realidad es una herramienta de comunicación que sirve para eliminar ambigüedades en los mensajes, porque los mensajes con estructuras imprecisas siempre se pueden prestar a varias interpretaciones… ¿Cómo hacer entonces para eliminar esos errores?
Básicamente lo que no aporta sí estorba, pero siendo una premisa desconocida por nuestros clientes, podremos enfrentarnos a respuestas imprecisas ante nuestros argumentos de venta, ejemplo, al preguntar si desean renovar el contrato nuevamente, es común escuchar un “nos ha gustado mucho, aún no sabemos. Si bien no hay un claro y hermoso sí, tampoco hay un no, ¿entonces, cómo interpretar correctamente?
Todo tiene sentido en contexto
Para utilizar esta navaja primero debemos darle la importancia que se merece al contexto, ¿y qué es? son la serie de características, detalles y circunstancias que están alrededor de la situación.
Entones, si el contexto lo es todo, es también lo que importa.
A la respuesta ambigua del cliente, que de hecho solo recalca la imprecisión en el tiempo, la seguimos con una nueva pregunta, clara, puntal y precisa, “¿te gustaría renovar el próximo mes el contrato?”, la que después venga tendrá que ser más clara, porque incluso con un “no sé”, podríamos continuar desde el análisis del contexto, descartando lo que no nos permite definir, “¿tu respuesta es por presupuesto o resultados?”, así, poco a poco la navaja de Brice nos hace eliminar malentendidos por interpretaciones o supuestos.
Recuerda, esta navaja se usa en conversaciones complicadas y poco claras, sirve para aclarar interpretaciones pues analiza el vocabulario desde su significado real acompañado del contexto y por ende da paso a las conversaciones sanas, amenas y a que las personas se perciban comprendidas.
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