Cada vez que escucho y analizo los movimientos económicos del entorno global en México, no puedo dejar de pensar que esto, es un efecto que hoy estamos viviendo las y los empresarios con la rotación de personal después de la pandemia, y que un importante número de colaboradores se dieron cuenta que podían ganar más dinero en la informalidad y tener un horario flexible.
Y es que esto se fundamenta en que, en nuestro estado durante el segundo trimestre del 2022, la tasa de informalidad laboral llegó a 42.68% de la población ocupada, lo que representa un incremento de 0.23 puntos porcentuales en relación con el mismo período del 2021 cuando el indicador rondó en 42.45% de la población ocupada, así lo reporta la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Reflexionemos pues en que el efecto de la informalidad se vuelve exponencial porque hay menos contribuyentes para el pago de impuestos, en consecuencia, hay generación de empleo informal, y además competencia desleal en precios vs el que se encuentra en la formalidad, solo por mencionar algunos casos.
¿Qué podemos hacer las y los empresarios para contrarrestar este efecto?
Podemos empezar creando una cultura laboral en nuestras empresas que genere en nuestros colaboradores sentido de pertenencia, evaluar el salario emocional, horarios flexibles, capacitación que permita la retención del talento humano, y adaptar los lugares de trabajo a las mejores condiciones para obtener un óptimo desempeño de nuestros trabajadores.
Nunca como hoy ha sido fundamental la colaboración interinstitucional, porque es ahí donde las voces de trabajadores y patrones confluyen en una inercia de productividad, sin dejar pasar de largo el hecho de que los gobiernos se deben concentrar en ser facilitadores y no administradores de la riqueza generada por los ciudadanos.
Es por ello que, a través de nuestros organismos empresariales, debemos sumar esfuerzos para que junto con nuestras autoridades, tengamos un plan de desarrollo óptimo para mujeres y hombres con más guarderías cercanas al lugar de trabajo, más rutas de transporte a diferentes comunidades, calles seguras, mayor iluminación, vialidades, y todos aquellos segmentos de primera necesidad que no deben faltar en una sociedad organizada y productiva.
En el Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME) capítulo Querétaro, no nos quisimos quedar atrás e implementamos nuestro programa nacional denominado “Fortalezza”, mismo que busca trabajar de la mano con el 42.07 por ciento de las mujeres que en este momento se encuentran laborando en la informalidad en nuestro estado.
Desde esta plataforma productiva, les brindamos capacitación con herramientas de negocio, finanzas, legal, marketing y liderazgo, y en conjunto con los gobiernos municipales, les damos asesoría para realizar los trámites necesarios a través de una ventanilla única para agilizar sus requerimientos.
Es así que el apoyo consiste en capacitar para generar licencias de funcionamiento, registro de marca, trámites de protección civil, programas de desarrollo de proveeduría, etc; capacitación y apoyo para el alta ante el SAT, acompañamiento con mentoras empresarias, búsqueda de financiamiento acorde a sus necesidades, y sesiones individuales de consejería empresarial.
Con estas acciones, en el CCME queremos dejar el antecedente que cuando logramos transmitir en la teoría y en la práctica el beneficio de estar en la formalidad, se genera un cambio real que a la larga se transforma en el nacimiento de empresarias fuertes y comprometidas con el desarrollo de nuestro Querétaro.
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