Mucha gente dice que escuchar música les permite trabajar mejor y sí, se ha demostrado que la música aumenta la productividad, pero sólo si escuchamos el tipo correcto, ya que de la misma forma que puede jugar a nuestro favor, puede llegar a ser contraproducente.
Un estudio en Canadá reveló que en las semanas en que los trabajadores escuchaban música, éstos eran un 20% más rápidos. Los sonidos melódicos ayudan a motivar la secreción de dopamina en el área de recompensas del cerebro, lo que traduce en mejorar el humor, la autoestima, la predisposición y tiene ventajas para mejorar la salud.
Otro estudio que se llevó a cabo en un banco británico demostró que, al escuchar música animada, el rendimiento de los trabajadores era un 12,5% superior que cuando no la escuchaban.
A decir de Nick Perham, psicólogo de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido si lo que tenemos que hacer requiere comprender un texto o procesar información semántica, varios estudios muestran que si el sonido de fondo tiene fragmentos que podemos entender, es peor que si escuchamos música sin palabras" comentó a BBC Mundo.
Allí, agrega, "se produce un conflicto entre la información semántica que estamos tratando de entender y la información semántica del sonido que estamos tratando de ignorar".
Es decir, en esos casos, escuchar música puede ayudar a nuestra concentración, pero siempre y cuando no tenga letra o sea en un idioma que no comprendamos. "Escuchar música instrumental resulta tan bueno como trabajar en silencio", dice Perham.
SONIDO BLANCO
Daniel Levitin, autor del libro "Este es tu cerebro bajo los efectos de la música", asegura que cuanto más cautivadora es la música, peor es para la concentración, y si tiene letra, es terrible para las tareas verbales.
Sin embargo, el ruido de fondo no tiene necesariamente siempre un efecto negativo. Si son más de tres voces, los sonidos "se tapan unos a otros y se tornan acústicamente menos variables".
TAREAS MECÁNICAS
En cambio, si el trabajo a realizar es más mecánico, escuchar música puede traer beneficios, mejora el estado de ánimo y acabas haciendo mejor tu trabajo.
Esto se aplica a tareas que son más físicas y no requieren gran habilidad mental. Curiosamente, también funciona en el caso de ciertas operaciones quirúrgicas, dicen estudios recientes.
Así y todo, existen algunos estilos de música para trabajar que han demostrado gran efectividad para propósitos específicos.
1. Si de aumentar tu productividad se trata…
La música clásica siempre resulta muy efectiva para acompañar actividades intelectuales, y a decir de los científicos, el estilo barroco es especialmente efectivo.
2. Sonidos de la naturaleza ayudan a optimizar tus horas laborales
Una muy buena forma de mejorar la calidad de tus horas de trabajo es escuchar sonidos de la naturaleza, desde el ambiente de bosques y selvas hasta el rugido de las olas en la playa. De acuerdo a los investigadores esta clase de sonidos no sólo favorecen la concentración, sino que ayudan a mantener el cuerpo relajado.
De acuerdo a los expertos, la población estudiada empezó a mostrar signos de mejoras en la postura, la respiración y la tensión muscular tras 5 minutos de haber comenzado a la escucha.
3. Para mantener un buen ritmo de trabajo lo mejor es con Música Electrónica
Esta es una excelente forma de mantener un ritmo de trabajo dinámico y constante, libre de distracciones. ¿Por qué? Porque sus patrones musicales, en gran medida repetitivos (sin serlo del todo) propician un flujo de trabajo mental constante, y te mantienen atento y animado.
4. Inspírate con las Bandas Sonoras de tus películas favoritas
Otra excelente alternativa para acompañar tus horas laborales y mejorar tu rendimiento es escuchar la banda sonora de las películas que más te gustan. Esto es así porque se trata de música que ya conoces (es decir, no te distraerá con “sorpresas”) y que está relacionada con emociones y sensaciones positivas en tu mente.
Además, esta clase de música se destaca por haber sido creada para acompañar la acción y no interrumpir.
5. Genera el clima de trabajo perfecto para rendir más con Música Instrumental
Tal como iniciamos, de acuerdo a lo que sostiene Nick Perham, un sonido relajante de fondo aporta mucho a la concentración, y esto aplica de lleno a los temas instrumentales.
En efecto, las canciones instrumentales no resultan invasivas ante la realización esfuerzos intelectuales, ya que no requieren de nuestra atención para interpretar o descifrar frases. Por el contrario, sus melodías despojadas de letras acompañan y acompasan los procesos del pensamiento, haciendo que toda la actividad resulte más llevadera.
CADA INDIVIDUO ES UN MUNDO
Por supuesto, otro factor a tener en cuenta es la personalidad de cada uno.
Escuchar la música adecuada para ti es una técnica efectiva para aumentar la productividad en el trabajo.
Y, además, ¡es divertido!
Con información de:
“The effect of music listening on work performance” (en castellano, “Los efectos de la música sobre el rendimiento en el trabajo”), de la investigadora Teresa Lesiuk (University of Windsor), que acaba de ser publicado por revista “Psychology of Music”
https://postcron.com/es/blog
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