Sí, y sin importar su tamaño.
¿Y qué se entiende por reputación corporativa? El Reputation Institute la define como el conjunto de percepciones que tienen sobre la empresa los diversos grupos de interés con los que se relaciona, tanto internos como externos, y que son resultado del comportamiento de la empresa a lo largo del tiempo, así como de su capacidad para distribuir valor a los mencionados grupos.
Y aunque recientemente ha venido desarrollándose y posicionándose el término reputación corporativa, éste es un sinónimo de valor de marca.
La reputación corporativa incluye no solo la responsabilidad social empresarial, sino también cuestiones como la ética empresarial, relaciones laborales, la correcta gestión de la diversidad, cuestiones medioambientales, imagen de marca tanto emitida como percibida por parte de los clientes internos y externos, etcétera.
Es por eso que la reputacion empresarial es un instrumento para apoyar la proyección de crecimiento y expansión de la organización.
Dada la importancia de la reputación en entornos tan competitivos como los actuales, es necesario:
1. El compromiso de los líderes de las compañías para mantener actuaciones conscientes y coherentes y,
2. Dejar de creer que solo la deben gestionar las grandes compañías.
Aquí entra una herramienta esencial para la construcción de la reputación: la comunicación. Esto no es entregar mensajes sin bases sólidas, hablar por hablar o decir lo que otros quisieran escuchar; es un acto de responsabilidad con la empresa misma y con los grupos de interés.
La gestión de la reputación y la comunicación debe entenderse, entonces, como un instrumento para apoyar la proyección de crecimiento y expansión de la organización. Por ello, dicha gestión debe ser cuidadosa, planeada, enfocada, coherente, detallada y alineada con los objetivos del negocio.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, empezar esta gestión no es difícil y la comunicación no necesariamente debe solamente enfocarse en medios masivos. Lo primordial es identificar cuáles son los grupos de interés relevantes, qué es lo que estos deben conocer y generar estrategias para que los mensajes lleguen a la audiencia correspondiente.
Esto implica que debemos abordarlos estratégicamente y no necesariamente a todos al mismo tiempo o seguir la ‘fórmula mágica’ de la competencia, lo que significa es que debe haber una planeación juiciosa para entender las necesidades propias y a partir de ello gestionar la comunicación, porque, así como los individuos, todas las empresas son diferentes.
El equipo humano es el principal vocero de la organización, pues al final del día son quienes tienen en su poder la capacidad de amplificar los mensajes y decir, lo que hace, cree y motiva a su empresa. Ello indica que la responsabilidad con esta audiencia es absoluta, pues lo que se piensa, planea, dice y hace debe ser lo suficientemente coherente para que las personas que hacen posible el funcionamiento del negocio logren reflejar su esencia en el día a día y materializar la oferta de valor de la empresa.
Es un trabajo a largo plazo, en el que se debe trabajar de forma permanente, y que exige esfuerzo y coordinación entre todos los integrantes de la empresa.
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