El mundo no será el mismo después del Covid-19.
Su irrupción en nuestras vidas lo ha cambiado todo, incluido el panorama laboral. El impacto socioeconómico global por las medidas tomadas se empieza apenas a vislumbrar.
Además, la “nueva normalidad” de la que tanto se habla estos días está afectando todos los aspectos del mercado de trabajo, y si, como bien sabemos, todas las áreas que integran una empresa tienen retos complejos, una de las que más ojos tiene puestos encima en estos momentos es RH.
Hacia la organización del futuro
Por ahora, no podemos tener al ciento por ciento claro cómo será el nuevo modelo empresarial, lo único que si es seguro es que dado los cambios que se presentan actualmente, la agilidad juega un papel clave.
Este nuevo modelo de gestión, seguro requerirá nuevos líderes que cuenten con habilidades como la negociación, resiliencia y pensamiento sistemático.
El home-office, ¿se quedará para siempre?
Los motivos que convierten al home-office en un modelo central de la economía post pandemia, según Alicia Aradilla, socióloga, autora del libro “Teletrabajar, pero bien”, son diversos:
1. Es el modelo más compatible con la gestión del resto de áreas de la vida en la desescalada. Ningún otro modelo permite trabajar con los niños en casa y los abuelos descartados como cuidadores.
2. Permite salvaguardar la salud del colaborador, minimizando los riesgos que comportan algunos aspectos como el transporte público o reduciendo al mínimo la interacción social.
3. Permite a las empresas mantener estructuras más ligeras de costes.
4. La calidad de trabajo. Después de casi sesenta días de confinamiento hemos aumentado nuestra capacidad productiva, pues ya hemos sobrevivido al período de adaptación.
Por lo que concluye que, el teletrabajo o home-office, ha pasado de ser una alternativa a ser una necesidad, de ser importante a convertirse en un modelo.
… el home-office ha pasado de ser una alternativa a ser una necesidad, de ser importante a convertirse en un modelo.
Hacia un nuevo modelo de gestión: Performance Management
Si de por si se venía haciendo el cambio, ahora con más razón, se están adoptando metodologías team-centric, que se focalizan en el trabajo en equipo. Más que fijarse en los logros individuales del empleado, se centran en evaluar el impacto de la contribución de éste en el equipo y ahora, además, de manera remota.
Hay que tener en cuenta que, si el equipo gana, el empleado gana; y por ende la empresa lo hace.
Estrategias de diversidad e inclusión
En el convulso entorno político en el que nos encontramos han convertido las estrategias de diversidad e inclusión en una de las prioridades.
Las organizaciones están obligadas a fijar un nuevo conjunto de reglas basadas en la transparencia y que influyen cambios en los procesos y herramientas de medición para identificar posibles problemas de desigualdad de género o disparidades en las compensaciones y recompensas.
Cambios en el modelo de liderazgo
El cambio es tan profundo que casi apunta hacia una transformación completa. Nos dirigimos hacia la denominada empresa inteligente o colaborativa en la que el capital social y la inteligencia artificial se convierten en piezas clave para los propósitos organizacionales.
El liderazgo será la habilidad más demandada en los perfiles profesionales, aunque es necesario construir nuevos modelos de liderazgo, ya que ahora las compañías aspiran a diferentes metas.
Según un informe de Deloitte, el 90% de las empresas están rediseñando sus organizaciones con el objetivo de ser más dinámicas, con verdadero trabajo en equipo e hiper conectadas. Aunque estos nuevos retos, no son para cualquier persona, puesto que se trabaja mucho con la incertidumbre y hay que saber probar y vender ideas además de cambiar de rumbo las veces que haga falta.
Soft Skills
El mercado laboral post-COVID va a ser el de las llamadas «habilidades blandas». Si ya se venía diciendo que las soft skills eran el futuro, después de la pandemia éstas serán aún más importantes.
Es por eso que en adelante será necesario reforzar esas cualidades, que son: adaptabilidad, pensamiento crítico, empatía, integridad, autoaprendizaje, capacidad de innovar, creatividad, comunicación, optimismo, proactividad y resiliencia, tal y como explica Emma Sue Prince en su libro Las siete habilidades para el futuro (y el presente).
La transformación de los puestos de trabajo
La naturaleza de los trabajos está cambiando como consecuencia de la creciente adopción de tecnologías cognitivas y de la digitalización de procesos.
En estos meses de confinamiento, sobre todo, el home-office, la automatización, la robótica y los sistemas de inteligencia artificial están transformando la fuerza laboral. Se debe pensar en los trabajos como un conjunto de tareas que, si pueden ser automatizadas, ayudarán a concentrar los esfuerzos humanos en la experiencia del cliente, la experiencia del empleado y en la propuesta de valor de la organización a la sociedad.
… concentrar los esfuerzos humanos en la experiencia del cliente, la experiencia del empleado y en la propuesta de valor de la organización a la sociedad.
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